Descubriendo Francia: Bretaña Francesa

Mis vacaciones tienen poco que ver con el descanso, el glamour o el diseño. El mayor lujo de mis vacaciones es el tiempo: lo único que de verdad me importa es que sean largas, para saborear pequeños rincones del mundo sin prisas.

En bici por la Punta de Raz

En verano prefiero paisajes a ciudades, los picnics a los restaurantes, los sitios poco concurridos a los mogollones... y, sobre todo, la frescura del norte a los calores del sur.

Con el tiempo hemos adaptado nuestra manera de viajar a las necesidades de las peques:

• Viajamos de noche, mientras ellas duermen. 
• Dedicamos tiempo a escoger campings con encanto. 
• Nos movemos en bici: es una manera práctica de desplazarse con niños - no se cansan y nos ahorramos rabietas -. 

Aun así, no nos engañemos,  viajar con niños es muy cansado...  intentar relajarse estando con ellos es misión imposible!

Playa de Ris en Dournenez

Este verano hemos pasado tres semanas de ensueño en la Bretaña Francesa con nuestra Happy Caravan. El haber minimizado el equipaje y el que las niñas sean un poco mayores ha facilitado los traslados: ¡hemos recorrido 3.500 kilómetros con 6 campos base!.

En Bretaña encontramos paisajes salvajes, pequeños pueblos encantadores, playas desiertas que se transformaban con la marea baja (¡aquí llega a ser de 12m!), cientos de mercados de antigüedades, hortensias por doquier y calma, mucha calma.



Lo mejor fue descubrir las distintas caras de la costa: los acantilados de la punta de Raz, la arena fina de la playa de Ris, las moles gigantes en Ploumanac’h, los cantos rodados de granito rosa en Port la Chaine, la encantadora costa de Frehel y el mar esmeralda en Cancale.

Playa de Ris en Dournenez

Me sorprendieron pequeños pueblecitos como Paimpol, Point Croix, Dinan o Locronan, que te transportan a otra época. ¿Las mayores decepciones?: Mt Saint Michel y Saint Malo, dos lugares increíbles pero abarrotados de turistas...

Point Crox - Dinan - Quimper

El trayecto de ida y de vuelta se convirtió en parte del viaje, ya que paramos en tres sitios maravillosos:

- El camping Les Ormes, en Aquitania, que se merece un futuro post.



- La isla de Noirmoutier, donde tuvimos la suerte de acampar junto la playa



- Y la isla de Oléron, perfecta para recorrerla en bici.



Las vacaciones han terminado, pero por suerte los abuelos han ofrecido quedarse con las peques hasta que empiece el cole. Y aunque ya estoy deseando verlas, estos días nos han servido como vacaciones de las vacaciones. 

¿Qué has hecho tu este verano?